Se considera que la península de Baja California se formó por la actividad de esta falla. Este mismo proceso está moviendo a la ciudad de Los Ángeles en dirección hacia la bahía de San Francisco (ambas están en lados diferentes de la falla), acercándolas a una velocidad de unos 4,5 cm por año. Este movimiento es tan lento que no puede ser percibido a escala humana, pero ha ocasionado numerosos daños a obras de ingeniería como acueductos, carreteras y ranchos. Debido al movimiento de la placa del Pacífico, que penetra por el golfo de California y hacia el norte de la falla de San Andrés, en los próximos 50 000 años la península de Baja California se desplazará hacia el norte, separándose de México y convirtiéndose en una isla. Se calcula que llegará frente a Alaska en unos 50 millones de años.
La falla de San Andrés se divide en dos secciones.
La que más preocupa a los científicos es la sección sur, ya que no se ha “quebrado” en cerca de tres siglos y como deducción científica, durante este tiempo la tensión se ha ido acumulando.
La que más preocupa a los científicos es la sección sur, ya que no se ha “quebrado” en cerca de tres siglos y como deducción científica, durante este tiempo la tensión se ha ido acumulando.
Las placas se mueven lentamente, alrededor de un par de pulgadas al año (cinco centímetros) y este movimiento no se siente en la vida cotidiana. Cuando las placas no presentan ningún movimiento en absoluto durante años, de repente, la tensión acumulada rompe la placa a lo largo de la falla, envía ondas en todas direcciones y es cuando se sienten los terremotos, sismos y en consecuencia tsunamis.
Publicado por: Jaqueline M.
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